Fernando Hernán Rioja, el joven de 25 años que vive en el Barrio 68 Viviendas del sector de la Nueva Ciudad, contó cómo fue la noche en la que, acusado de un robo que no cometió, recibió tres disparos a quemarropa y terminó salvando su vida “de milagro”.
Eran aproximadamente las 20:00 hs. del miércoles 2 de junio. Fernando regresaba de su trabajo en la cosecha de tomate en el paraje Chalicán, cuando de repente se encontró con una situación insólita que casi termina con su vida. Es que un vecino del lugar, conocido como C.D.R., de 31 años, perteneciente al Escuadrón N° 60 de Gendarmería Nacional de la ciudad de San Pedro de Jujuy, lo confundió con un delincuente que minutos antes le había robado el celular a su hija y le efectuó tres disparos, uno en cada pie, otro a la altura de la cintura y un cuarto que no logró salir, ya que la pistola que usaba se trabó justo en el momento en que le gatilló apoyándole la misma a la altura del pecho, dejándolo arrojado en las puertas de su propia casa.
Factor Noticia pudo confirmar a través de testigos, que antes del ataque a Rioja, el gendarme había retenido a otro joven vecino del lugar, a quien luego de obligarlo a ingresar a su domicilio para someterlo a un interrogatorio, le exigió que recorriera las calles del vecindario a pie, mientras él lo seguía a bordo de un motovehículo, apuntándolo con su arma.
Fue así que el muchacho, perseguido y amenazado por el personal de seguridad, llegó hasta la puerta de la propiedad de Fernando, donde se encontraba conversando sobre temas de trabajo junto a unos amigos. En ese momento el rehén intentó pedir ayuda pero su captor, que ya venía haciendo disparos al aire, al divisar al dueño de casa, comenzó con el brutal ataque hacia el mismo. Luego de que con la intervención de varios vecinos lograran desarmar y reducir al agresor, se hicieron presentes en el lugar efectivos del cuerpo motorizado de la policía de la provincia, quienes constataron el hecho de sangre y solicitaron la presencia de personal de emergencia.
Tanto Fernando Rioja, con tres heridas de bala en su cuerpo, como su atacante, de quien luego se informara que presentaba un disparo en el rostro – que según Rioja y testigos que nuestro medio pudo contactar, en realidad no habría existido – fueron llevados al Hospital Guillermo C. Paterson de nuestra ciudad, donde comenzó el destrato por parte del personal de salud hacia el herido, por considerarlo autor de un robo, llegando incluso a darle el alta médica apenas unas horas después, a pesar de la gravedad de sus lesiones.
Pero no fue solamente él quien recibió este tipo de trato por el hecho del que junto a su familia habían sido víctimas, sino también su Mujer Florencia Velázquez, quien relató que al presentarse en la Brigada de Investigaciones de la UR2 para radicar la denuncia correspondiente, recibió varios improperios por parte de los miembros de esa fuerza, acusando tanto a ella como a su marido de haber sido los agresores del gendarme, manteniéndola esposada y tomándole declaraciones a pesar de que se trababa de la denunciante del caso. “¿Te gusta pegarles a los gendarmes? Quedate ahí parada. Tu novio es un ladrón, vas a quedar presa y él terminará en un penal”, fueron algunas de las frases dirigidas hacia la joven. Finalmente, la denuncia quedó radicada cinco días más tarde, cuando regresaron en compañía del abogado que lleva adelante la representación legal en el caso.
En una entrevista exclusiva con Factor Noticia, Fernando H. Rioja relata los detalles de esa fatídica noche del 2 de junio, nos cuenta sobre su estado de salud, la situación que atraviesa al no poder trabajar, así como el temor que persiste en el entorno familiar después de lo sucedido y cómo les afecta la condena social de la que son víctimas, a raíz de las publicaciones de varios medios que lo pusieron injustamente como victimario.