Aunque se trató de una simple y pura coincidencia, los dígitos que figuran en la tarjeta para participar del juego, pertenecen a una persona real de apellido Kim que está viviendo su propia película de terror (ALERTA SPOILER).
La serie que está rompiendo todas las estadísticas con respecto a cantidad de visualizaciones en Netflix se convirtió en la peor de las pesadillas para el dueño del número de teléfono que aparece en la tarjeta que recibe Ki-hoon para participar en el mortal Juego del Calamar.
Este thriller psicológico-que cuenta con una calificación de 100% según Rotten Tomatoes- tiene a una gran cantidad de usuarios de Netflix atrapados y la maratón de la serie está a la orden del día. Se trata de un grupo de personas que participan de un misterioso concurso (extremadamente creepy) en el que deben pasar distintas etapas de juegos de niños. Si no lo logran, mueren literalmente. Pero quienes logran pasar de ronda participan de un premio increíble en el que pueden ganar más de 37 millones de dólares.
Nada mal para este grupo de desahuciados, elegidos a la perfección por los reclutadores, que están llenos de deudas económicas y sus vidas personales se encuentran en un barranco. Son justamente esos buscadores de personas desesperadas los que les entregan a cada uno de los próximos participantes una tarjeta con unos símbolos en un lado (círculo, triángulo y cuadrado) y en el otro el número de teléfono al que deben llamar para sumarse al juego. Pero un gran descuido se llevó a cabo y esa tarjeta lejos de ser un elemento más dentro de la trama se convirtió en una pesadilla.
El conflicto con la dueña de la línea que usó la serie se desata en el segundo episodio donde el protagonista se dirige a la comisaría para denunciar lo que vio en ese sitio donde se llevan a cabo los juegos. Al dorso de una tarjeta figura el número de teléfono correspondiente a esta persona real de carne y hueso que nada sabía de El juego del calamar ni mucho menos que su celular figuraba en la ficción que se ve en 190 países alrededor del mundo. Justamente en ese episodio los policías comienzan a llamar al número en cuestión y así queda grabado en la memoria.