A través de un comunicado emitido el día de hoy, la corriente Nacional Docente expresó su opinión por la decisión emitida por el presidente.
El miércoles 14, Alberto Fernández anunció medidas para el “control” de la segunda ola. Una parte de ellas, en sintonía con lo anunciado el viernes pasado, era esperable: mayor control de la nocturnidad.
Pero a esa medida se sumó la suspensión por quince días de la presencialidad en la zona del AMBA. Cierto es que la medida debe ser puesta en contexto: no estamos ante la reedición de un estado de cuidado sino de uno que calcula como piezas de ajedrez el juego electoral. No los mueve la convicción sino el temor. No lo hacen por bondad sino por el resultado de la presión de todo un sector de la docencia y de la comunidad educativa. No defienden la vida porque aplican una medida que así presentada es un paliativo: solo en el AMBA y por 15 días. No defienden la educación porque la suspensión de la presencialidad no va de la mano de los recursos para el sostenimiento de la virtualidad.
Por eso, hay que organizarse para conseguir la federalización de la medida y su extensión hasta que se vacune masivamente al conjunto de la población. Dimos un paso, pero hay que ir por más.
