El ministro de Economía envió al Congreso el proyecto del presupuesto para el próximo año. Baja del déficit fiscal y crecimiento del 4%.


Con las esquirlas en el aire todavía dando vueltas luego de una tarde a puro bombardeo y una crisis institucional que coquetea con llevárselo puesto, el ministro de Economía Martín Guzmán presentó el proyecto del Presupuesto 2022 al Congreso de la Nación. En el texto prevé un crecimiento del PBI de 4%, una inflación de 33%, una reducción del déficit fiscal de 4,9% a 3,3% y un dólar oficial a 131 para fin de año.

La noticia se dio forzada por el plazo legal que le pide al Palacio de Hacienda presentar el texto al Congreso antes del 16 de septiembre cada año, aunque en un contexto de incertidumbre en el que es casi imposible predecir si Guzmán será quien ejecute dicho presupuesto hasta su final.

Ayer por la tarde, con las renuncias de todo el ala kirchnerista del gabinete para meter presión hacia los albertistas, la propia Cristina Kirchner telefoneó a Guzmán para darle su apoyo y jurarle que no era su cabeza la que buscaba la vicepresidenta, aunque deslizando algunas inquietudes de la política económica de acuerdo a lo reconstruido por los medios nacionales.

Según el proyecto con la firma de Alberto Fernández y que ya ingresó en Diputados, el crecimiento estimado para 2021 es ahora de 8% (el proyectado un año atrás era 5,5%), algo que tanto Guzmán como el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas ya habían anticipado. La inflación llegará a diciembre con un alza 45,1%, un meta macro de precios muy por encima del 29% calculado hace doce meses. El dólar cerrará el año que viene en $131,1 y el salario real con un alza de 4% (38,3% nominal).

El déficit primario sería en 2022 de 3,3% (este año se calculaba en 4,5%, pero terminará en 4%, pero tomando los derechos especiales de giro -DEG- del FMI “arriba de la línea”). Para financiar el déficit se usará 1,8 puntos (este año será 3,6 puntos) del PBI en adelantos transitorios (emisión monetaria) del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Por otra parte, el financiamiento en pesos llegará a 2 puntos del PBI.

Las tarifas de los servicios públicos aumentarán, pero no se explicitó cuánto. Con la caída de la resolución 46 (subsidio a la producción de gas) el peso de los subsidios en el PBI bajará automáticamente a 1,8 puntos del PBI, según calculan en Economía. Las subas segmentadas rebajarían ese peso a 1,5 puntos. La política de subsidios es uno de los motivos de choque con el ala más kirchnerista, que pide evitar que los tarifazos de servicios lleguen a la población.

La letra del texto da por descontado que para 2022 la Argentina habrá llegado a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para la reestructuración de la deuda que mantiene con el organismo, ya que no incluye planes de pago.

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