Por integrantes de La Historia en Disputa

Hace 200 años en la provincia Jujuy ocurría una de las batallas claves de la Guerra de Independencia que se desarrollaba en estas tierras, paso a ser conocida con el nombre de “El Día Grande de Jujuy”. Se enfrentaban el bando revolucionarios, hoy reivindicados como los patriotas, contra el sector contrarrevolucionario, que eran los realistas, defensores del orden colonial que estaba representado en la figura del Rey de España y sus administradores.

El Día grande de Jujuy fue una Batalla en el paraje de León, localidad cercana a la capital jujeña. Corría el 27 de abril del año 1821 y la actual Provincia de Jujuy que todavía pertenecía a la Inrendencia de Salta, que recién en 1834 conquistaria su autonomia. La intendencia en cuestión estaba envuelta en conflictos internos, dicha situación los realistas aprovecharon para intentar establecer su dominio sobre el actual territorio del norte argentino. Los defensores del poder del Rey invadieron el territorio por la Quebrada de Humahuaca al mando del brigadier Pedro Antonio Olañeta. La vanguardia realista continuó la marcha bajo el mando del coronel Guillermo Marquiegui, llegando a la ciudad de San Salvador de Jujuy y permaneciendo sólo tres días en ella, puesto que la abierta hostilidad de sus habitantes los hizo temer ser cercados, por lo que decidieron retroceder hasta la margen del río León, a la espera de Olañeta y sus hombres.

Frente a esta situación y la demora del gobierno de Salta para enviar de tropas necesarias para resistir, los revolucionarios jujeños decidieron armar su propia tropa, algo “natural” para aquellos tiempos, que tantas veces el pueblo llano debió armarse para defender la embestida contrarrevolucionaria. Es asi, que surge la iniciativa de reunir fuerzas millicianas, una vez más los gauchos serán protagonistas de este momento histórico, según las fuentes de la época dicen que se convocaron de las zonas de los Perico, Los Alisos, El Carmen, Palpalá, y otros lugares, llegaron a conformar una tropa de seiscientos hombres. El coronel José “Pachi” Ignacio Gorriti fue designado jefe de la partida, estableciendo su campamento a orillas del río Yala.

En la madrugada del 27 abril sorpresivamente atacaron al enemigo realista. Dicen que fue un encarnizado combate que duró más de un día, dando como resultado final la victoria de las tropas defensoras de la revolución, que tomaron prisioneros a números realistas y como botín consiguieron cabalgaduras y armas. Anticipado del desastre contrarrevolucionario, Olañeta intentó recuperar lo perdido, pero Gorriti y las tropas gauchas ordenaron a los realistas que se retiraran, bajo la amenaza frontal de pasar por las armas (fusilar) a los jefes y oficiales realistas tomados prisioneros en combate.

Como habrán visto esta batalla se desarrolló en un territorio que todavía no estaban fijadas por las divisiones geográficas que conocemos hoy como el Estado argentino, ni la provincia de Jujuy era autónoma, y esto era así, porque todavía continuaba la lucha por la independencia total del poder español, en ese marco tenemos que ubicar este Bicentenario que hoy recordamos los jujeños, una batalla que no solo defendía un territorio, estaba en juego las libertades futuras, anhelos que iniciaron en el proceso de independencia de aquel 25 de mayo de 1810, y culminó recien con la derrota definitiva de los españoles en 1825. Por eso, cada acción que realizaron nuestros antepasados, fue para conquistar la libertad. Y no fue solo un esfuerzo de los jujeños, fue continental, para derrotar a un poder caduco en aquellos años, en ese marco debemos ubicar aquel glorioso 27 de abril de 1821, recordando como el “Día Grande de Jujuy”.

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