El Viento Norte, es habitual en las zonas montañosas de nuestro país y del mundo. En nuestra provincia es habitual que este fenómeno meteorológico ocurra entre abril y noviembre.
• Piel y mucosas: sequedad excesiva de piel y mucosas tanto oral como nasal. Esto puede traer aparejados sangrados nasales o epistaxis, irritación de garganta, ronquera.
• Conjuntiva y cornea: en los ojos se pueden producir irritación conjuntival y corneal, con picazón, ojos rojos, lagrimeo. La causa es también por la gran cantidad de polvo que hay en la atmosfera.
• Sistema nervioso central: Cefaleas o migrañas, mareos, falta de coordinación, somnolencia.
• Sistema Respiratorio: Incremento de crisis asmáticas y broncoespasmos, tos persistente.
• Cardiovascular: Hipertensión, taquicardia, palpitaciones.
• Decaimiento general, irritabilidad, dolores musculares, etc.
Es de hacer notar que la sintomatología es sumamente variable en intensidad y tipología dependiendo de cada persona.
Las recomendaciones más importantes para tratar de paliar estos trastornos son:
Consumo abundante de líquidos, protección de ojos con anteojos y lagrimas artificiales, cremas hidratantes, cubrirse del sol con sombreros, evitar realizar actividades físicas intensas al aire libre, consumo de aspirinas o ibuprofenos ante la aparición de cefaleas.
Y como siempre decimos, consultar a su médico o pediatra ante la aparición de síntomas persistentes a la mayor brevedad posible.
Dr. Pablo Perovic
MP 1982