Fue un 2 de julio de 2003 en París, Francia, que el paisaje andino que se extiende por 155 kilómetros en Jujuy, obtuvo el voto unánime de los 21 integrantes del Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO, que calificó el paisaje como un “sistema patrimonial de características excepcionales”.

La presentación ante la UNESCO de toda la documentación referida a los fundamentos que propician la candidatura de la Quebrada se remitió a fines de enero de 2002. La postulación de la Quebrada de manera oficial se hizo mediante una carta dirigida por el entonces presidente Eduardo Duhalde al director del Centro de Patrimonio Mundial de la UNESCO Francesco Bandarín.

El escrito declaraba que la Quebrada de Humahuaca “es un lugar donde el hombre vive y transita con una enorme herencia cultural en medio de un paisaje natural extraordinario constituido a lo largo de 10 mil años de historia”.

La Quebrada de Humahuaca conjuga una serie de atractivos naturales, culturales e históricos, con cerros multicolores y cadenas de pucarás (fortalezas indígenas) que dominan la zona, siendo el lugar con más afluencia turística de la provincia.

A 39 kilómetros de San Salvador de Jujuy, por la ruta 9, comienza el recorrido de valles y montañas trazadas de sur a norte. Sobre el cauce del río Grande, que las recorre, las sierras presentan distintas tonalidades de acuerdo a los minerales que las conforman.

Volcán, es el primer pueblito de la Quebrada, desde San Salvador de Jujuy, con una laguna que ofrece abundantes pejerreyes. Más adelante está Tumbaya, a 2.094 metros de altura con su capilla del siglo XVIII y un manantial donde, según la leyenda, bebió San Francisco Solano.

La feria artesanal de Purnamarca, el museo de historia nacional construido en 1772 en Posta de Hornillos y los carnavalitos de Maimará, son otras de las atracciones de la Quebrada.

En Tilcara se revive la tradición aborigen con la presencia de la fortaleza de Viltipoco, último cacique de la tribu de los omaguacas que ofrecieron tenaz resistencia a la colonización española.

En las serranías de Huacalera, un monolito indica el cruce del Trópico de Capricornio y luego aparece el pueblo de Humahuaca, que lleva el nombre de la Quebrada, con sus casas de adobe, callejuelas estrechas y empedradas y la iglesia con sus cuadros de la escuela de Cuzco, Perú.

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